(E)migración: viajes
inciertos sin retorno
II
Tres enfoques de una
misma realidad
Tres obras de LIJ donde el fenómeno de la migración en sus diversas facetas está presente son los libros álbumes: Sapo y el forastero, de Max Velthuijs (1992), Eloísa y los bichos, de Jairo Buitrago (2009) y La isla, de Armin Greder (2007). Cada uno de ellos constituyen cruces de caminos donde confluyen la palabra y la imagen y donde transitar por ellos lleva al desarrollo de la sensibilidad artística de los lectores, y, en este caso, a la comprensión del fenómeno de la migración.
Sapo y el forastero es un libro álbum que pertenece a una serie titulada Los libros de Sapo a través de la cual
Max Velthuijs crea historias con los personajes animales Cochinito, Pata,
Liebre y Sapo, para abordar temas diversos y complejos como la muerte, la aceptación
de uno mismo, la búsqueda de la identidad y la diversidad, por ejemplo. Al
respecto, Teresa Colomer dice que este es
un recurso utilizado a menudo para crear cierta distancia entre el lector y una
historia especialmente transgresora de las normas sociales o demasiado dura
afectivamente (2005: 75). Este distanciamiento que se crea produce una
sensación de seguridad en el lector y le invita a seguir leyendo. A esto
también contribuye el proyecto gráfico que Velthuijs desarrolla, como se
explica en un artículo publicado por la Editorial Ekaré, que Velthuijs:
Mantiene en toda la serie el mismo esquema de diseño: el texto siempre abajo y las imágenes ocupando las dos terceras partes de la página, la mayoría enmarcadas y algunas desplegadas en doble páginas y sangradas. Es un planteamiento simple y riguroso que representa una fluida transición entre el álbum de gran formato y el libro de primeras lecturas. Casi todas las imágenes son de plano general. No hay primeros planos ni perspectiva distinta de la frontal. Hay una direccionalidad notoria de izquierda a derecha en todas las historias, y las imágenes, en su dinámica, nos impulsan a pasar la página[1].
En ese sentido, en el estilo de Velthuijs se valoriza lo
lineal y lo pictórico, por eso el trazo fuerte y los contornos del dibujo y el
plano general en el que es más importante la impresión visual que causan los
objetos representados que el volumen y la forma de los objetos. Combinados
estos elementos con los colores brillantes resaltan
la expresividad de los personajes que dejan ver, con humor y también ternura,
sus estados de ánimo, sus propósitos, sus emociones[2]. Al aparecer primero la imagen y en la
parte de abajo el texto, la primera impresión va a ser dada por la imagen. Y
esto en parte tiene que ver con el hecho de que el libro está destinado a
primeros lectores y, por lo general, será leído en voz alta por un mediador.
Por eso la atención del niño estará centrada en la imagen y la voz.
El ambiente en el que se desarrollan es abierto, un verde e iluminado bosque, cerca
de un río. Este paisaje de mucho
verde, de cielo abierto, transmite alegría y gozo, deleite en la naturaleza y
amor por la vida, y nos habla de personajes que se mueven en su mundo con
libertad y seguridad[3].
En este libro, con relación al tema, el del forastero, lo diferente,
el invasor se presenta como una sorpresa, Cochinito con una expresión de alarma
irrumpe de repente en la paz del verde e iluminado bosque para anunciar que ve
a alguien extraño, Rata, y avisa a los otros, y éstos sin haber visto al
forastero emiten juicios negativos a priori acerca de él. Sapo no se convence
de lo que dicen y quiere comprobar con sus propios ojos si eso es cierto o no.
Por la noche observa a Rata, el forastero, y le parece inofensivo. Al otro dío
le cuenta a sus amigos lo que vio, pero ellos siguen pensando igual. La visión
de Sapo es reforzada por la del narrador que describe al forastero como alguien
trabajador y limpio. Una segunda opinión favorable acerca de él. Pero Sapo
siente mucha curiosidad por saber más de Rata y se hace su amigo. Comparten
experiencias. Los otros animales lo critican y no lo aceptan. Se cierran ante
la posibilidad de conocer cosas más allá de su entorno, a pesar de que Liebre
les dice que no hay nada que temer, que todos tienen que compartir.
La situación cambia cuando en una
ocasión a Cochinito se le quema su casa y Rata apaga el incendio y le ayuda a
reconstruirla. Luego, salva a Liebre de ahogarse. Con las actitudes que muestra
en estos dos sucesos Cochinitoy Pata se convencen de que no es malo y aceptan a
que se quede. A partir de ahí todos comparten y aprenden unos de otros. Hasta
que un día, Rata anuncia que ya es hora de partir. Todos se desconciertan pero
aceptan el hecho de la partida de su nuevo amigo. El único consuelo que les
queda es que van de vez en cuando van a poder recordar los buenos momentos
compartidos al sentarse en la banca que Rata construyó a la orilla del río.
Lo que se observa a lo largo de la
historia es desconstrucción de las ideas negativas preconcebidas acerca del
forastero y como por las actitudes y acciones de éste la imagen cambia. Al
reconocer las diferencias se aceptan y se respetan las ideas y creencias. Así
la forma acelerada con que inició la historia, se transforma en un final
tranquilo, feliz donde el lector también tiene la sensación de nostalgia que
deja la despedida de un amigo pero el
consuelo que lo va a poder seguir recordando a través de las experiencias
compartidas.
Eloísa y los bichos, de Jairo Buitrago
Un libro álbum escrito por Jairo Buitrago e ilustrado
por Rafael Yockteng. Narra la historia de Eloísa y de su papá que se mudan a
otra ciudad para comenzar una nueva vida. Al principio todo les parece extraño,
pero conforme van pasando los días aprenden a conocer tanto la ciudad como a
las personas que les rodean. Al final terminan adaptándose e integrando al
lugar.
Desde la portada del libro Eloísa y los bichos ya se evidencia un sentimiento de extrañeza y
temor, se ve a una niña rodeada de insectos enormes. Pero, al abrir el libro,
la guarda de inicio da otra impresión. Hay una mano de mujer adulta sosteniendo
una fotografía donde se ve a un padre y una niña y varias fotografías regadas
sobre una superficie que muestran situaciones familiares felices. Da la
impresión de que alguien está recordando su vida. En la siguiente página, la
composición en diagonal que muestra un osito de peluche tirado sobre el asfalto
y en la parte inferior derecha de la página impar el texto donde se lee: No soy de aquí, prepara las siguientes
páginas de la historia y del personaje que se desarrollará en ese espacio. Es
decir, anticipa situaciones nuevas y desconocidas y el punto de vista Eloísa, ¿cómo se siente ella en ese nuevo lugar? ¿Qué sensaciones le provoca?
El texto compuesto de frases cortas, de una línea
solamente, dispuesta siempre en la parte inferior derecha de la página impar se
presenta como un apuntador que da indicios de lo que continua. Mientras que la
representación de las ilustraciones da la sensación que alguien está viendo
hacia ellas tratando de resaltar muchos detalles. A esta sensación contribuye
también la mirada de Eloísa, siempre viendo para otro lugar. Otro elemento
importante aquí, es el color. El uso de colores como verde que simboliza la
esperanza, es un color que está unido a los sentimientos y pensamientos; y el azul
la calma, de la interioridad, de evocación. De esa forma se refuerza el hecho
de la recordación, de la memoria.
A la par de esto los ángulos de visión y
encuadramiento también resaltan las emociones de Eloísa. La angustia, temor y
ansiedad que le provoca el cambio de vida y lo desconocido y nuevo que
encuentra en esa nueva ciudad. Al ver a los habitantes de esa ciudad como
bichos Eloísa no hace más que expresar su pequeñez, su insignificancia en ese
lugar.
Sin embargo, conforme se avanza en la lectura se
observa que la niña paulatinamente se adapta a sus nuevas circunstancias y vida
y, en la última página, se lee: Es verdad
que no nací aquí… pero en este lugar
aprendí a vivir. Y se ve a Eloísa adulta, convertida en una maestra y
rodeada de niños y niñas de rasgos diferentes, morenos, pelirrojos, negros. Ella
con un collar con un dije de bicho como
para recordar siempre que ella no es de allí, y en medio de todos un bicho que
indica que estas situaciones no son únicas. Se repetirán una y muchas veces
más.
Aquí se interrumpe el recuerdo, el pasado y Eloísa mira de frente, como diciendo, “y esa es mi historia”.
La isla, una historia cotidiana, de
Armin Greder
Un día, llega un hombre, desnudo y
delgado, en una balsa y encalla en la playa de la isla. Nadie sabe quienes es ni
de donde viene, ni porque llegó allí. A los habitantes de la isla les parece muy extraño y comienzan
a discutir y a pensar que harán con él, pues no pertenece a ese lugar, no es
como ellos. Lo encierran en el establo y le dan de comer sobras como a los
cerdos. Pero, el extraño siente hambre, y sale a caminar en busca de comida.
Allí se dan cuenta de sus necesidades y el pescador propone que se le de
trabajo, pero nadie quiere. No es como ellos. Lo ven como a un salvaje que les
hará daño. En este punto comienzan a crecer los temores en los isleños y suscitándose
situaciones violentas y rechazo hasta que lo expulsan del lugar y para que una
cosa como estas se vuelva a dar, construyen una fortaleza alrededor la isla. Se
(en)cierran y muestran otras facetas del ser humano: mezquindad, egoísmo, doble
moral, exclusión, intolerancia e incomprensión.
Un libro, que ilustrado con una
paleta de colores en tonos negros y grises y utilizando la técnica del
carboncillo, producen efectos que resaltan la agresividad, la expresividad y lo
grotesco de los personajes, al mismo tiempo que marcan el ritmo de la narración.
Greder impone también en su trazo la influencia del Expresionismo alemán a
través del cual refleja los sentimientos y la subjetividad de los personajes.
En este libro, como han apuntado algunos críticos de la literatura infantil y
juvenil, se observa la influencia de Much y de Goya. Por estas características,
este libro también es considerado un libro álbum para adultos. Es una obra que sitúa en la tendencia
de libros crossover o dual adressee, es decir, puede llegar a
varios destinatarios y sus posibilidades de lectura se amplían.
[1] Disponible en:
[http://www.ekare.com/ekare/noticias/sapo-y-los-problemas-de-la-vida/]
[2] Idem.
[3] Idem.
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