viernes, 21 de julio de 2023

Reseñas LIJ: El patito feo

El reconocimiento del otro en las miradas de los otros

Por Frieda Liliana Morales Barco
Doctora en Letras e investigadora de Literatura Infantil y Juvenil


Los libros clásicos, tanto los dichos para adultos como los de literatura infantil y juvenil, son aquellos que con el paso del tiempo después de su lectura continúan provocando a los lectores. Ítalo Calvino los describe como “aquellos libros que llegan hasta nosotros trayendo consigo las huellas de las lecturas que procedieron a la nuestra y tras de sí los rasgos que dejaron en la cultura o en las culturas que atravesaron simplemente en el lenguaje o en las costumbres (1993:11)”. Es decir, siempre tiene algo que decir a sus nuevos lectores o a los lectores que siempre vuelven a ellos para releerlos.

            Este es el caso del cuento “El patito feo” de Hans Christian Andersen, publicado junto con los cuentos “El ángel”, “El ruiseñor” y “La pareja de enamorados” en el libro de cuentos de hadas titulado “Cuentos nuevos” (1843), con un tiraje de 850 ejemplares. El libro se vendió como pan caliente e inmediatamente se agotó, por lo en diciembre de ese año se imprimió otro tiraje con igual número de libros. Tanto fue su éxito que el cuento se publicó en 1844, 1850 y 1862. Asimismo, ha sido objeto de innúmeras ediciones y adaptaciones a otras manifestaciones estéticas: teatro, ópera, musicales, cine y caricaturas, entre otras.

                El cuento inicia un día de verano, en una granja, donde en algún rincón de la misma, una pata empollaba sus huevos. Llegado el momento, los patitos comienzan a reventar su cascarón. Pero… entre todos hay un huevo más grande que tardó un poco más. ¡Oh, sorpresa!, de él salió un pato gris, más grande y más feo. ¿Qué raro?, pensó mamá pata. ¿Será un pavo? Sin embargo, comprobó que no. ¡Era un pato!, porque nadó igual y mejor que sus hermanos. El rumor del nacimiento de los patitos se corrió con prisa, todos querían conocerlos. Pero, al ver al “pato gris” lo rechazaron. Desesperado por el acoso, un día el “patito feo” se va. El resto lo tendrán que saber al leer el libro.

            El patito feo es el personaje central del cuento. Es sobre quien recaen todas las miradas de los otros personajes del cuento y de las del lector. Él no sabe que es diferente, son los otros los que dicen que él lo es. Ese desconocimiento lo desconcierta, y ante este cuestionamiento, comienza su aventura por saber quién es. En esa travesía el “patito feo” madura y encuentra su lugar en este mundo. “Su lugar entre los otros depende del encuentro de su propia identidad: en el momento en que es encontrada, se localiza y es aceptado (Zilberman, Cademartori, 1987: 51)”.

            En esta edición del “Patito feo” de la colección “Clásicos del Fondo”, la historia cobra otra dimensión por medio de la ilustración de Verónica Ruffato. Por medio de las ilustraciones, ella reflexiona sobre el ser diferente y los modos de ser “diferentes”. De esa cuenta, dialoga con el cuento mismo y el lector desde la portada, las guardas y hasta en las páginas interiores, proporciona indicios acerca de la producción en masa en la vida moderna donde la diferencia no importa. Ser igual es lo normal.

            Sin embargo, dentro de esta igualdad, siguen habiendo “raros”, es una especie que no se ha extinguido. Este es un guiño al lector, quien puede tener la oportunidad de conocer otros “patitos feos” ficcionales, como los personajes de las películas “Hellboy”, “La forma del agua”, “Superchica”, Bruce Lee y Elvis Presley, por ejemplo; todos ellos dan para pensar en la “rareza”, en la “diferencia”, en la “otredad”. Asimismo, en las páginas interiores, dentro de estructura narrativa visual, las anotaciones en los márgenes enriquecen el diálogo y, aún más, al hacer alusión a las películas “Big Fish” y “Apocalypse Now”. Ambas muestran aluden a la complejidad del ser humano, donde la “diferencia” es la que sitúa a sus personajes en su lugar en el mundo.

            Retomando el cuento de Andersen, al final, cuando el “patito feo” encuentra a los suyos. Las miradas de los otros y las del lector se centran en él. Un triunfo personal que, además, doblemente celebrado. Hay miradas que se cruzan, por un lado, un soldadito sobre un barquito de papel que está en la orilla del lago y que mira hacia la muchedumbre y, por el otro, la muchedumbre que admira al “Patito feo”. Una metáfora del desembarque en Normandía y, al mismo tiempo, la celebración del centenario de publicación de este cuento. Esta riqueza dialógica es lo que hace de este cuento un ¡clásico contemporáneo!

 

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Andersen, Hans Christian. El patito feo. México, D.F.: FCE, 2022. Clásicos del Fondo. Ilustración de Verónica Rufatto. Traducción de Fabio Morábito.

Calvino, Ítalo. Por que ler os clássicos. São Paulo: Cía. das Letras, 1993.

Zilberman, Regina & Cadermatori, Lígia. Literatura infantil: Autoritarismo e emancipação. São Paulo: Ática, 1987.



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