Primavera en la Literatura infantil
M. S.
Al
tomar en sus manos este número de Mundo Hispánico habrá sentido el lector
cierta emoción contemplando el ropaje en colores que lo envuelve. Portada y
contraportada reproducen parte de las ilustraciones de los Cuentos pintados,
del poeta colombiano Rafael Pombo, recientemente publicados por Ediciones
Guadarrama, de Madrid.
Los Tres Magos vienen este año cargados con ese rico
presente de poesía e imágenes, que hace lustros habían desaparecido de nuestras
librerías. Todos los niños de lengua hispánica sentirán el alborozo que llenó
el corazón de sus padres y sus abuelos con estas preciosas fábulas, las más
bellas que jamás se han escrito en nuestras tierras para ellos. Rafael Pombo es
nuestro Andersen y nuestro Grimm, eterno amigo de los niños, para quienes dejó
los más delicados versos que dictó su corazón. Deslizando sus infantiles dedos
por las páginas de este libro se abrirán sus ojos entusiasmados ante las nobles
figuras del Gato Bandido, armado de pistolas y dagas de palo, y sentirán
tentaciones de salir tiesos y majos, con pantalón corto y encintado sombrero,
con Rin Rin Renacuajo, o de hartarse de pasteles con Simón el Bobito. Sus ojos
se humedecerán de lastima por la linda Pastorcita, que pierde sus ovejas, o por
la pobre Viejecita, que no tiene qué comer ni qué vestir. Todo un mundo
fantástico de Pardillo, Ratones, Michines y Chanchitos, joviales y traviesos,
que organizan fiestas y gritan y ríen.
Un gran dibujante madrileño, Casajuana, lo llenó de
colores y figuras. Era preciso para ello poseer el mismo espíritu, poético y
delicado, d Pombo, y Casajuana lo consiguió a la perfección, trazando estos
dibujos finos, ingenuos y dulces. Todos ellos durarán tanto como los versos de
Pombo, que es decir eternamente, y Doña Pánfaga, Juan Matachín y el Chunguero
no podrán desligarse de estas fábulas.
Otro gran escritor colombiano, Eduardo Caballero
Calderón, ha tenido buena parte en esta edición. Para ella y para todos los
niños de nuestra lengua escribió unas deliciosas páginas presentándoles a
Pombo, “al Colón que les descubrirá el mundo siempre nuevo en la poesía”.
El mismo inició en Ediciones Guadarrama, de la que es
director literario, hace meses, una colección de pequeñas biografías históricas
acomodadas a las mentes infantiles. Se titula La Historia en cuentos. Personajes y hechos de la Historia
Universal, de la historia de España y América, figuras bíblicas y de las
posteriores generaciones cristianas. Todo ese mundo ingente que ha hecho la
Historia a lo largo de los siglos y nos ha otorgado cuanto poseemos y somos,
irá desfilando por la colección, contando para los tiernos corazones y las
mentes ingenuas de los niños por la mágica pluma de Caballero Calderón. Cuatro
tomitos ha publicado hasta estos momentos, y en ellos se habla del
descubrimiento y conquista se habla del descubrimiento y conquista de América,
de la historia de Colombia y de algunos relatos evangélicos. Los hijos del sol, El pastor de puercos, El
almirante niño, El caballito de Bolívar, El corneta llanero, La estrella de
Ismael, La hija de Jairo, etc. Así se titulan algunos de estos cuentos.
En España y en América era conocido Caballero Calderón
como novelista y escritor de agudos ensayos. Tipacoque y Sirvo sin tierra,
Suramérca y Ancha es Castilla le
colocaron entre los máximos valores de nuestro idioma. Llegará el día, con
todo, en que su nombre se vinculará más bien a estos relatos infantiles, de
amable prosa, sencilla, convincente, con un hálito poético que poco a poco se
va filtrando en el corazón del niño. Nadie hasta nuestros días ha sabido narrar
los hechos de la Historia y contarles al oído, como el viejo abuelo a sus
nietos al lado del fuego, la niñez de los que luego llegaron a ser figuras
importantes.
Merece que destaquemos esta colección de Caballero
Calderón, que trae nuevas brisas, frescas y generosas, a la literatura
infantil. Desde hace años apenas si tenían nuestros niños a su alcance otros
libros y otros héroes que los héroes y los libros del Oeste, y, si en alguno
brillaron soles latinos, eran copia más o menos fiel de aquéllos. Tiros,
asaltos de diligencias, piratería y bandidaje. Sus ojos habían pasado de
insípidos tebeos a esas narraciones de caballistas y truhanes, y luego a las
novelas policíacas y de gangsters,
que lentamente iban modulando a su tenor corazón y sentimientos. Con tales
lecturas no palpitará con la flor y la estrella, ni estará presto, como le
viejo caballero, a acudir en ayuda de la bella princesa que sufre horas de
melancolía. Todo esto le suena a trasnochada leyenda, a romance pasado de moda,
ajeno al brioso sentir del muchacho actual.
Por eso saludamos esta bella colección, que ofrecerá a nuestros niños las grandes figuras de la Historia como prototipos de sus aspiraciones y vidas, como una auténtica primavera en el relato infantil.
Madrid, enero de 1956.
Fuente: ©Biblioteca AGLI, 2025.
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