Frieda Liliana Morales Barco
José Paulo Paes, poeta brasileño
En Guatemala,
muy raras veces, se presenta la oportunidad de ofrecer al público infantil un
libro dirigido a ellos, en este caso uno de poemas. Este es un acontecimiento
que debemos celebrar con mucha algarabía. Ojalá sea tanta la bulla que hagamos
que llegue a los oídos de otros poetas para que se animen a escribir para los
niños y niñas de este país. Que dejen de considerar que el género “Literatura
Infantil” no existe, o que es marginal u otra cosa parecida.
Existe y ha
existido desde el siglo XIX hasta la fecha y, en este lapso, se han publicado
más de quinientos títulos. De entre los cuales algunos han sido calzados por
escritores como Luis Alfredo Arango, Mario Monteforte Toledo, Luis de Lión,
Miguel Ángel Asturias, Ricardo Estrada h., Angelina Acuña, Francisco Morales
Santos, Manuel Galich, Lionel Méndez D´Ávila y, últimamente, Humberto Ak´abal,
Rigoberta Menchú Tum, por ejemplo. Pero, la gran mayoría, ha sido escrita por
docentes egresados de la carrera de magisterio de las diferentes escuelas
normales del país.
Por otro lado,
en este lapso ha emergido, se ha conformado y organizado el sistema literario
infantil. Ha habido reflexión y teorización, lo que dio como resultado el
surgimiento de tres libros fundamentales: “Prontuario
de Literatura Infantil” (1950) de Daniel Armas, “Literatura Infantil: condiciones y posibilidades” de Rubén
Villagrán Paúl (1954) y “Literatura
Infantil” de Adrián Ramírez Flores (1968). A la fecha, todavía siguen
siendo las bases del curso de Literatura Infantil en las Escuelas Normales y de
Magisterio. Paralelo a estos textos de teoría, en 1948, la profesora y
dramaturga Marilena López crea
En cuanto a la
producción poética para niños, específicamente, ésta fue inaugurada en 1929 con
la aparición del libro “Mi niño, poesía
infantil” del profesor Daniel Armas, considerado el padre de la literatura
infantil nacional. Este libro entre otras cosas, tiene la importancia de ser el
primer libro escrito en Guatemala dirigido a un público determinado: el de los
niños.
El mismo
profesor Armas dice que escribir poesía infantil es un reto y que la misma sólo
estará plenamente realizada si es capaz de aproximarse al lector, crear
imágenes, sonidos, ritmos que lo hagan jugar con el lenguaje y descubrir nuevas
formas de relacionarse con el mundo. Siendo, pues, la poesía una creación
artística por excelencia, la misma garantiza su calidad estética cuando no
traiciona al pequeño lector, queriendo enseñarle algo como si fuese un
instrumento de aprendizaje puro y simple. El poeta, en este caso, debe ser
capaz de crear lo que en la teoría de
Este es el caso del poemario “Tejiendo sueños” de Francisco Morales Santos. Es un conjunto de versos marcados por un proceso de vida esperanzador. Cíclico. Pues, abre con el poema “Retoño”, palabra que invita a ser anuncio y cierra con una certeza de continuación en los últimos tres poemas: “Arco iris”, “La alegría de quererte” y “Como un árbol”. Son sentimientos que, para el pequeño lector, se traducen en vitales porque le dan seguridad y le afianzan el sentido de la vida.
Retoño
Cuque pronto llegarías
abrí tremendamente
los ojos y la boca,
como si le buscara
una estrella nueva
al cielo.
brotaron de mi pecho
jazmines, rosas, nardos
y tantas otras flores,
porque para nombrarte,
hay que ir al jardín de las palabras.
Lo anterior, se afianza, también, por medio de los recursos literarios que utiliza el poeta como una manera de abrir espacios para el juego poético y ficcional que se establecerá con el lector infantil. Lo ficticio, en el decir de Wolfgang Iser, presiona al imaginario a asumir una forma, ofreciendo, entonces, la condición constitutiva para lo estético. De ese modo, si la coexistencia de lo ficticio y de lo imaginario es lo que marca el juego estético de la literatura en general, lo que determinará la especificidad estética de la literatura infantil es la posibilidad de alcanzar “el máximo de imaginario en el mínimo de discurso”. Algunos recursos son:
- Los poemas, en su mayoría son redondillas mayores, o sea cuadras, que facilitan la lectura y otorgan un ritmo suave permitiendo visualizar las imágenes que el poeta crea.
- Las imágenes, a su vez, son simples, las coloca al alcance de la comprensión infantil, lo que favorece la elaboración de sentidos de los poemas y ayuda a crear un nuevo imaginario.
- Asimismo, el uso de estrofas y versos cortos permite decir mucho en pocas palabras. Esto origina la ambigüedad que, por otro lado, no hace más que otorgar pluralidad de significaciones permitiendo hacer una lectura múltiple de los poemas.
Un aspecto que
no hay que dejar escapar en un texto para niños es la ilustración. Éste va de
la mano del discurso textual, pues ofrecen recursos narrativos propios que
ayudan a expandir el imaginario y la fantasía en los niños. O sea, que ésta no
cumple una función meramente decorativa o de significado literal, va más allá
de eso. Porque, para el niño, en su recorrido de adquisición del discurso, es
justamente la convergencia de la ilustración, del texto y del proyecto gráfico
lo que construye la unidad y los sentidos de la obra de literatura infantil.
Pero, ¿y la ilustración de este libro? ¡Ah, esa es una misa para otro domingo!
En fin, como
un todo, este nuevo poemario que nos obsequia Francisco Morales Santos es un
homenaje a la vida. Son veintiún poemas que forman una telaraña colorida de
sonidos, emociones, sentimientos, ternura, pero sobre todo, es un texto donde cada
verso es un rayo de luz que crea un bello arco iris, que corona al niño-gira-sol
que camina lentamente, día con día, de levante a poniente trazando su propia
historia.
Son versos que
celebran la vida con palabras de esperanza. Celebrarla así, es revitalizar el
sentido de la vida en los niños en un mundo tan lleno de desconsuelos como el
que experimentan actualmente.
Celebrar la vida con palabras a través de los sueños que se hacen
realidad hoy y que el poeta nos los entrega con la delicadeza con que se
entrega a un niño recién nacido a su madre es ayudar a la construcción de un
mundo mejor.
*Texto escrito para la presentación de este libro en el año 2009.
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