Elogio a las moscas
Por Frieda Liliana Morales Barco
Doctora en Letras e investigadora de Literatura Infantil y Juvenil
Las moscas están en todas partes, como lo están las
palabras.
Las moscas son inoportunas,
impertinentes, metiches, entremetidas, como lo son algunas palabras.
Las moscas aparecen cuando uno
menos se lo espera, como ciertas palabras que vienen a la mente de repente.
El vuelo ruidoso y acrobático de
las moscas interrumpe el silencio absoluto con su muzz-muzz, un sonido producido por el
rapidísimo movimiento de sus alas. Ese ruido crispa los nervios, irrita,
enerva, perturba, fastidia…, como las palabras que salen de la boca de algunas
personas que hablan sin cesar. ¿Sabían que esa onomatopeya, es de donde deriva
su nombre? “Mosca” del latín “musca”.
Las moscas son resistentes y se
adaptan fácilmente a cualquier ambiente. Con sus antenas perciben olores y
detectan la dirección del viento. Además, tienen dos pares de ojos y sensores en sus
alas. ¡Toda una máquina! Danzan con gran libertad en el espacio vacío.
En este libro El vuelo de Luci (cuaderno de tareas), Gerardo Villanueva narra la
historia de Luci, una niña que trata de hacer su tarea escolar, pero que no
puede concentrarse porque es interrumpida por el vuelo acrobático de una mosca
del tipo Lucilia Sericata o moscarda,
moscardona, o mosca verde botella o la come carne y, a la que bautiza como
“Lu”.
Sus historias se entrecruzan entre
los vuelos aerodinámicos y ruidosos de Lu y las palabras aladas de Luci. Cada
letra es para Luci como una mosca amaestrada. Pero a veces, se rebelan e
interrumpen y cortan el silencio de la página en blanco de su cuaderno de
tareas, donde, cada letra se siente acróbata, forma palabras; palabras que
componen versos; versos que impregnan la página.
Sus palabras aladas hacen juegos
tipográficos.
Sus versos imitan el vuelo de
Lu.
En la tarea de Luci, están
presentes las ilustraciones de Ixchel Estrada que definen a las moscas. La
biodinámica de su vuelo y de cómo su presencia, por medio de sus trazos,
también deja huellas para que no se olviden de ellas y recuerden que su
presencia se percibe hasta en los rincones menos esperados. Su pincel sigue las
aventuras de la mosca con la misma tenacidad y persistencia de las palabras de
Luci, quien no desiste de su tarea. Su cuaderno está lleno de puntitos negros
por doquier, de líneas rectas y curvas que denotan movimiento constante.
Esa persistencia la premia la
maestra de Luci al estamparle una estrella en su frente. La primera
estrella de su constelación personal, que guiará su pensamiento, así como la
constelación de “La mosca”, que brilla en el cielo nocturno austral, al norte de
la Cruz del Sur guía a los navegantes.
Pero, ¡por si las moscas!,
cada quien que vuele a su modo, pues todo es un movimiento perpetuo, como diría
Augusto Monterroso. Una lección y un elogio a la vida.
Villanueva, Gerardo. El vuelo de Luci (cuaderno de tareas). México: FCE, 2013.
El vuelo de Luci (cuaderno de tareas) de Gerardo Villanueva, es un libro que se hizo acreedor del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños, 2012, otorgado por la Fundación para las Letras Mexicanas.
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A propósito de las moscas, el poeta guatemalteco, Luis Cardoza y Aragón, escribió:
Plenitud navegable.
El mar y la playa
tendida, esperándome.