Today
I saw my life
my past
walking across
without even notice
that I was stood
over there
astonished
a salt statue
at all
...Lucky me,
the Death was free
Ghosts of Saturday
Only passed away...
José Milla en el libro “Un viaje al otro mundo pasando por otras partes”, escrito en 1871 en París, otorgó el sello de legitimación al ladino por medio de la creación y bosquejo de su personaje Juan Chapín, protagonista del cuadro de costumbres "El Chapín"[1]:
El tipo del verdadero y genuino chapín es hospitalario, servicial, piadoso, inteligente, (...) novelero y se alucina con facilidad (...) es apático y costumbrero; no concurre a las citas; y si lo hace es siempre tarde; se ocupa en los negocios agenos un poco más de lo que fuera necesario, tiene una asombrosa facilidad para encontrar el lado ridículo á los hombres y á las cosas.
El verdadero chapín (no hablo del que ha alterado su tipo extranjerizándose) ama a su patria ardientemente, entendiendo con frecuencia por patria la capital donde ha nacido; y está tan adherido á ella, como la tortuga al carapacho que la cubre. Para él, Guatemala es mejor que París; no cambiaría el chocolate, por el té, ni por el café (en lo cual tal vez tenga razón). Le gustan más los tamales que el vol-au-vent y prefiere un plato de pipián al más suculento roastbeef.Vá siempre á los toros por Diciembre, monta á caballo desde mediados de Agosto hasta el fin del mes; se extasía viendo arder castillos de pólvora; cree que los pañetes de Quetzaltenango y los brichos de Totonicapán pueden competir con los mejores paños franceses y con los galones españoles; y en cuanto á música, no cambiaría los sonecitos de Pascua or todas las óperas de Verdi. Habla un castellano antiquísimo: vos, habis, tené, andá; y su conversación está salpicada de provincionalismos, algunos de ellos tan expresivos como pintorescos. (p.156-159)
Ramón Sosa, en la biolgrafía que escribió en 1889 sobre Milla, afirmó que este personaje era, "nuestro tipo nacional, que si no tiene la originalidad, la intención y la gracia de un Sancho Panza, supera en muchas ocasiones, en oportunidad, donaire y chiste, al Tirabeque de Fray Gerundio" (p. 94).
[1] José MILLA. El Chapín. In: ESPONDA, Sóstenes (Org.). Libro de lectura, 3. San Francisco, CA: Pacific Press, 1896. p. 157-169.
Se conserva la grafía de 1871.